miércoles, 20 de febrero de 2013

Ve, a donde el corazón te lleve

Tiene muuuuchos años que no escribo para un blog y todo lo que he querido decir, lo he guardado para mi. Podría poner miles de razones pero creo que la principal es que me volvi vulnerable. Hace unos meses reconocí que soy una persona que se cae, que pierde y que no puede sola. Brene Brown me cayó de lujo con su teoría de la vulnerabilidad y yo me la creí completa. Tal vez porque era necesario hacerlo, o bien porque la vida me puso en mi lugar. Cada vez que platico con mis amigas, muchas de ellas con los mismos fantasmas que yo, me doy cuenta que estamos mal educadas. Los cuentos de Disney de "...y vivieron para siempre muy felices" no nos vienen bien cuando crecemos; el problema es que todas los compramos de chicas. Pero cada vez creo más en la vida, en sus ciclos y en sus tiempos; cada vez estoy más convencida de que alguien nos echa la mano en el camino y que la energía se equilibra. Cuando mi amiga X me dijo que estaba enamorada de un hombre que no era su pareja, la entendí perfecto; y entendí la cárcel que siente dentro de ella. Cuando mi amiga Y me dijo que no podía tener hijos, supe el vacío que tiene y que tapa todos los días con su increíble sonrisa. Cuando mi otra amiga del alma me dice que tal vez tiene cáncer, supe que se derrumbaban sus sueños, como los de muchas de nosotras cuando creemos que la vida es nuestra. Cuando yo descubrí que no puedo oler y que el olfato se me fue, así, un día, me di cuenta que mi vida tenía que moverse hacia algún lado. Hoy la vida como siempre increíble, me mostró que todo se acomoda. Que así como quita, da. La adopción es un camino para llenar los vacíos que por diversas circunstancias no hemos podido llenar. La llegada de alguien nuevo a nuestra vida nos da proyectos, futuro, posibilidades y nos inyecta más vida. The Circle of Life, diría alguien. El chiste es que debemos confiar en la vida. Dejarnos llevar como a veces no nos enseñan a hacerlo; dejar que nuestra parte más interna del cerebro, esa que cuida los instintos, salga; y como bien me dijo mi abuela Carolina...Ve, a donde el corazón te lleve.

viernes, 20 de enero de 2012

2012 Slow Life

Prendo la televisión y desde hace unos meses toda la programación nocturna son investigadores que resuelven asesinatos y reportajes apocalípticos. No está mal para quienes vivimos del humor negro, aunque a veces es demasiado. El 2012 y el fin del mundo están de moda y no tardan en sacar playeras y tazas para pasar nuestro último día en la Tierra.

Me gusta la idea de tener un fin de ciclo, porque creo que los humanos necesitamos ciclos para recargarnos de energía, para volver a empezar. Cerrar un capítulo nos da tranquilidad y nos hace recapacitar, cosa que no hacemos seguido.

Pero para ser francos, mi creencia no es apocalíptica, al contrario, creo que el mundo no se va a acabar aunque estemos haciendo lo posible porque sí. Decidí por tanto vivir a gusto y sumarme a este movimiento mundial del Slow Life.

Así pues, a vivir: el vino, una comida con la persona indicada, un buen libro, el café, el paseo con mis perros, mis rompecabezas y el tiempo dedicado a mi serán la otra tercera parte de mi vida (además de las 8 horas de trabajo y las 8 de dormir).

Les dejo un sitio www.slowlife.com para empezar con esta filosofía. Desconéctate y piensa.

Un beso

lunes, 16 de mayo de 2011

Que si la pendejez es contagiosa

"La muerte es hereditaria" es una de mis frases favoritas. Alguien hace poco escribió en mi pizarrón un corolario a mi frase favorita que dice "...y la pendejez contagiosa". La primera frase me gusta porque es lo más cierto de este mundo, y porque no hay ser vivo en la historia y futuro de este planeta que no herede la muerte -por suerte y fortuna de todos-, aunque una letra de Nacho Cano diga que "los genios no deben morir".

En fin, me quedé pensando en si la estupidez es contagiosa y mi opinión es que más bien la pendejez es cómoda. Lástima. En este país no nos enseñan a pensar, ni a analizar, ni a ser distintos, nos enseñan a obedecer.

Recuerdo que he oído mil veces la frase "qué va a decir la gente", uff que si lo sé. Me parece que entonces gran parte de la falta de creatividad, ciudadanía, responsabilidad por nuestros actos es consecuencia de la gran falta de educación en disernir, abstraer y decidir.

¿a cuántas personas conocemos que prefiere no arriesgarse? ¿cuántos amigos nuestros nos han dicho que odian su trabajo y que no hacen nada por salirse de él? ¿cuántas veces hemos escuchado "si pudiera me divorciaba" o "por mi, me iría a vivir a otro lado" y nunca tomamos la decisión de hacerlo? Casi siempre las grandes decisiones vienen acompañadas de un empujoncito externo ya que nuestra voluntad no es propia ni tiene los pantalones puestos.

Eso he estado pensando: es más fácil y más cómodo no pensar y que la decisión la tomen otros; obvio es más fácil ser víctima que victimario porque nos encanta echarle la culpa a los demás de nuestros actos. Le echamos la culpa muchas veces a fantasmas, pero la neta es que cada vez que veo a alguien o sé de alguien que tiene la fortaleza de tomar una gran decisión me digo "uff, otra que sale del círculo".

lunes, 29 de noviembre de 2010

Quiero ser estudiante de nuevo

Y la vida se va y no nos damos cuenta. Hoy entró una chava que tengo de servicio social a pedirme permiso para irse de miércoles a domingo a su viaje de graduación. Le dije -obvio- que si y me entró una nostalgia increíble: ¿hace cuánto no me voy a un viaje con amigos? ¿hace cuánto no me voy así nomás, un día cualquiera sin preocuparme de mis días de vacaciones? No sé, tiene más de 15 años que mis permisos los pedía a mis papás y no a mi jefe. En ese entonces no recuerdo estar pensando en mañana, sino en hoy. Aprendí cosas haciéndolas no soñándolas desde lejos, como esquiar en el agua o escalar.

Pero las últimas semanas, después de haber vivido la agonía y muerte de mi abuela me trajeron una visión distinta de la vida. O hacemos las cosas que queremos o no se hacen solas. En las últimas semanas hice mucho en poco tiempo: ya busqué mi maestría en internet, ya me certifiqué de buceo, ya gané un documental en Marsella y estoy escribiendo el que sigue, ya di un paso más en mi relación.

Tiene razón mi papá, en vez de hacer 12 deseos de año nuevo, hay que decidir una cosa, solo una, pero que se haga.
Decidí entonces ser estudiante de nuevo, pero no en un aula, sino en la actitud, si quiero las cosas, las hago, punto.

jueves, 25 de noviembre de 2010

El dolor y la paz

Hace unos días mi apaila, la única abuela que me quedaba, falleció, después de una agonía un tanto cruda que una semana nos hizo sentirla como si fueran años.

Esos días viendo tan de cerca a la muerte y convivir con su ir y venir diario, me hizo tenerle una fascinación especial por su misterio, su intensidad, su profundidad, su oscuridad... Y me hizo pensar en los ciclos de la vida, en los inicios y los finales, pero de manera muy especial me hizo pensar en el cierre de los ciclos, en lo importante que es estar en paz con los demás y no tener pendientes. Eso repercute en el dolor tan distinto que se siente.

Hoy siento dolor y tristeza de mi abuela, pero mucha mucha paz.

Antes había tenido pérdidas -de otros tipos pero el sentido es el mismo: alguien ya no está en tu vida-, y el dolor es completamente diferente. En la ocasión anterior tuve un dolor permanente, con angustia en el estómago que me hacía llorar. Hoy tengo dolor entre los pulmones, que no es constante y que me saca sonrisas.

Todavía no entiendo la pérdida, tal vez tiene que pasar más tiempo, pero hoy puedo decir que hay un antes y un después.

viernes, 6 de agosto de 2010

Volar

¡Volar! Cuando era niña muchas veces soñé con volar; eran sueños muy raros porque en realidad mi movimiento para volar no era como el de supermán, así derechita, sino era como si nadara: movía las piernas pataleando y así avanzaba. Normalmente volaba por encima de mi calle, el coche de mi papá y la escuela -supongo que esquemas conocidos para mi-, pero la sensación era increíble. Recuerdo muchas veces despertar a medio vuelo y querer dormirme otra vez para continuar con esa sensación.

Logré volar un día, cuando entré al agua y a la mitad del mar me quedé flotando a 75 pies de la superficie, sin peso en el cuerpo, lo increíble es que el peso también desaparece del alma y de la mente; de pronto no se piensa en nada, de pronto solo se siente, y entonces llegué a la conclusión de que sentir al 100% es como volar.

¿será por eso que los pájaros son felices y cantan?

viernes, 30 de abril de 2010

10 razones para agradecer ya no ser niña

El 30 de abril, no sé por qué, todo el mundo siente la necesidad de sentirse o de decir que se siente niño otra vez. Yo la verdad, aunque me la pasé muy muy bien, no quisiera regresar a esa etapa por muchas cosas, entre ellas, mis siguientes diez razones:

1. Tu mamá o papá pueden entrar a tu cuarto, abrir tus cajones, tu mochila, revisar tus cosas, leer tus cartas, abrir el baño, darte un beso, todo cuando gusten!!!!
2. Si te sientes mal y no quieres ir a la escuela, tienes que confiar en que tu mamá confíe en que efectivamente te sientes mal.
3. Se tienen varios jefes distintos: la miss de la escuela, la jefa o jefe de la casa, el hermano mayor, las tías, el director de la escuela, y el fuerte y macho de la cuadra.
4. No se puede tomar alcohol, fumar, desvelarse NUNCA! es decir, las fiestas son en una alberca de hule espuma (qué asco!) llena de niños que no sabes ni quienes son y que probablemente se hagan pipí en dicha alberca.
5. Te convierten en un esquizofrénico bajo amenaza si no se hace lo que los papás dicen con consecuencias fatales: no te trae nada santa claus, se asoma el coco, no llega el ratón...
6. Se tiene que negociar el ver la tele: comiendo las verduras, haciendo la tarea, no contestándole a tu mamá (whatever that means), guardando tu cosas.
7. Tienes que vestirte igualititito a todas y todos tus amigos, ¡diario!
8. Hay que comer una bola de cosas para tener el pelo güerito y los ojos azules, para que la vista esté bien, para crecer sano y fuerte, para tus dientes blancos, para tu pelo bonito, para que seas listo e inteligente y bueno, no todos comieron para ser listos e inteligentes.
9. Hay que entregar cuentas de mi comportamiento a un señor para que me traiga juguetes, enviándole una carta que nunca nunca nunca, contesta.
10. Te cae todo el mundo bien (eso no es normal).