viernes, 6 de agosto de 2010

Volar

¡Volar! Cuando era niña muchas veces soñé con volar; eran sueños muy raros porque en realidad mi movimiento para volar no era como el de supermán, así derechita, sino era como si nadara: movía las piernas pataleando y así avanzaba. Normalmente volaba por encima de mi calle, el coche de mi papá y la escuela -supongo que esquemas conocidos para mi-, pero la sensación era increíble. Recuerdo muchas veces despertar a medio vuelo y querer dormirme otra vez para continuar con esa sensación.

Logré volar un día, cuando entré al agua y a la mitad del mar me quedé flotando a 75 pies de la superficie, sin peso en el cuerpo, lo increíble es que el peso también desaparece del alma y de la mente; de pronto no se piensa en nada, de pronto solo se siente, y entonces llegué a la conclusión de que sentir al 100% es como volar.

¿será por eso que los pájaros son felices y cantan?

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