jueves, 24 de septiembre de 2009

¿Por qué las viejas nos empeñamos en la igualdad?

Les juro que no sé por qué tengo incrustada en mi esencia la necesidad de demostrar igualdad ante los hombres. Trabajo al mismo ritmo y hasta más, quiero aguantar físicamente lo mismo entonces me entreno diario, me creo la hazlotumismo y compro mis herramientas y toda la cosa, leo varios periódicos diario para competir en una discusión a un nivel de pseudo círculo rojo...en fin hago todo lo que se supone que hasta hace no mucho estaba dado en exclusiva al género masculino.

Y todo esto ¿para qué? ni gano más, ni aguanto una motocicleta yo sola, no soy la líder que México esperaba, ni puedo arreglar yo sola una fuga, ni me interesa discutir del país. Quién sabe en qué momento me convencí de que mi papel era ese y, ¿saben cuándo me doy cuenta que no somos iguales los hombres y las mujeres? cuando tengo cada mes la regla.

Entonces sí toda la ecuanimidad se me desaparece de manera instantánea, la frialdad de la ejecutiva como si ni existiera, lloro porque no puedo cambiar un foco y la verdad, quiero que me protejan, me apapachen, me cuiden, alguien pague el gas y el agua y yo me quede en mi casa cuidando hijos.

La naturaleza es la naturaleza y no se le puede uno imponer así nomás porque sí. Lo peor -o lo mejor- es que este síntoma me dura como dos días, y entonces cuando termina, otra vez me vuelvo a poner mi disfraz de la mujer del año.

Creo que el día que vaya a tener un hijo o casarme con todo el show del vestido blanco con luces que parezca marquesina, será una decisión dentro de uno de estos días en los que me transformo y brota la otra yo que tengo inhibida, por cuestiones, no sé si generacionales o de rebeldía. El caso es que no me parece mala idea de repente dejarse llevar con la corriente tradicional...¿qué será más cómodo?

Beshos

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Me acuerdo

Hace unos días una amiga me comentó de un libro titulado "Me acuerdo" del autor Joe Brainard en donde el autor en un acto de memoria y reflexión escribe de todo de lo que se acuerda, parece elemental y es cuando me pregunto...¿por qué funcionan estos libros?. Llegué a la conclusión de que es fácil colar nuestra propia vida en una obra así, todos nos acordamos de algo y todos tenemor la necesidad de repasarlos de repente.
Parece mentira pero la respuesta mental inmediata a esa fórmula es empezar a repetir una y mil veces la frase "me acuerdo" y la seguimos de nuestros recuerdos, desde los más tontos hasta los más profundos y complejos.
Me resulto una terapia, ya hasta es algo que practico de unos días para acá (gracias Merlina). Y mientras escribo esto y trato de compartirlo con quien se deje me asombro de la tecnología y entonces Me acuerdo...de que no tuve contacto con una computadora hasta mi tercer trabajo, Me acuerdo...de que yo escribía guiones a mano con lápiz que se los daba a la secretaria para que ella los pasara a máquina. Me acuerdo...de que diario címa un choco-rol a las 12 del día. Me acuerdo...que me agarraba la lluvia mientras caminaba hacia el metro y descubrí que caminar es mejor que correr en esas circunstancias. Me acuerdo...que no había celulares. Me acuerdo...que veía Skippy en el canal 8. Me acuerdo...que me era más fácil hacer amigos y más fácil perderlos. Me acuerdo...que me encantaba Morten Harket del grupo A-ha y tenía un póster de él en la pared de mi cuarto. Me acuerdo...que ponía en el radio "Batas, pijamas y pantuflas" en las mañanas. Me acuerdo...que tengo que seguir trabajando, así que me despido.
Les sugiero traten de hacer el ejercicio, supongo que mejora la memoria y saca una sonrisa diario, que tanta falta nos hace.
Ciao

jueves, 20 de agosto de 2009

De subsidios, ballenas y delfines

Cuando yo era chica, el transporte en la Ciudad de México era a través de ballenas y delfines. Si, así se llamaban los camiones urbanos que circulaban por las principales avenidas de la ciudad. Supongo que su nombre nació del tamaño de los camiones y no necesariamente por una relación sentimental con estos animalitos. La cosa es que ese transporte, al igual que el metro -que por cierto este año está cumpliendo 40-, costaban centavos.
Luego, por ahí de 1985, nacieron los "peseros" (hoy peseras, no sé por qué). Su famoso nombre se basa en el precio de un peso por trayecto, aunque en esa época WFM los llamaba "las combis verdes".
Actualmente el costo del transporte en la ciudad de México es de risa si se compara con el transporte en cualquier otro lugar del país -y del mundo-. Aunque también el ingreso per cápita es de risa. El chiste es que el gobierno anunció ayer que quitaría el subsidio a muchos servicios, entre ellos el del transporte, pero como dato curisoso, me acordé de varios servicios subsidiados:
Cuando fue el terremoto del 85 dejaron de cobrarse los teléfonos públicos -que antes costaban 20 centavos y de ahí que surgiera la frase "te cayó el veinte". También había subsidios a la leche, pan y tortilla. Y por supuesto el mayor subsidio de todos, el del servicio de Agua, que era gratis o con un precio ridículo -de ahí las tristes consecuencias que estamos hoy viviendo-.
Somos un país de subsidios...hasta la creatividad y la razón las paga el gobierno para que nosotros no nos preocupemos en usarlas. ¿ya es hora, no creen?

martes, 18 de agosto de 2009

Middle Edge (digo Age) Crisis

Hace no mucho me empecé a sentir muy mal del estómago . Creí que había sido algo que me había caído mal pero cuando vi que duraba y duraba descarté esa posibilidad. Luego lo atribuí al estrés del trabajo, lo mismo, hasta que alguien me dijo "es la leche, eres intolerante a la lactosa". Yooooo ¿intolerante a la lactosa? ¡nunca! toda la vida había tomado leche y jamás me había pasado nada.

Pues si, ese es uno de los primeros síntomas de que estoy entrando a la segunda parte de mi vida, y de que inevitablemente estoy viviendo aunque sea de refilón la crisis de la edad media. Ya tomo leche deslactosada light fácil digestión y aunque haga ejercicio, ya parece que no lo hago.

Pero lo más increíble de esta etapa es que siento la imperiosa necesidad de "hacer algo en mi vida". O sea, como que me está entrando ese impulso de hacer un viaje, aprender a tocar el cello, escribir un libro o irme a cuidar ballenas con Greenpeace; además obvio de tener mi propio negocio para no ser empleada lo que resta de mis días e interesarme por comprar un seguro de vida y de vejez.
Pongo atención a los anuncios y promociones de Chek ups de los hospitales, leo la cantidad de colesterol de los alimentos que compro y me sensibilizo ante las cremas anti arrugas.

Ya no me parece tan malo el sexo por el sexo, no me escandalizan mis amigas con novios 15 años menores o 20 años mayores y disfruto del silencio.

Ja, no creí no conocer al cantante de moda y poner en mi coche Universal stereo...ya hasta compro Alpura cuarenta y más...No hay plazo que no se cumpla.

jueves, 13 de agosto de 2009

Resumir un libro en un minuto parece fácil, pero definitivamente no lo es. Pero mucho menos lo es, atrapar su esencia y sumergirse en la mente del autor. En la cápsula de Imaginantes del libro Cosmicómicas de Italo Calvino, Pepe Gordon logra aterrizar uno de sus cuentos, -que por cierto me parecen complicados- en una historia de amor bastante linda.
Y lo que a mi me parecía muy difícil era plasmar la ciencia y la narrativa de manera visual , y la verdad es que el diseño y todo el look de la cápsula está bien detallado con un ambiente mágico, y hasta romántico. Hasta invita a que busque el libro -que debe estar perdido en una caja en el clóset- y lo quiera leer de nuevo desde una distinta perspectiva.
La realidad es que hace algunos años, traté de leerlo, creyéndome re intelectual, y lo que pasó fue que no logré terminar el libro, jajaja de hecho creo que llegué a tres historias y ya. Me parece raro leer un dato científico que luego es el pie para una historia complicada y rara. Su personaje que además se llama también raro, como si fuera una fórmula física, nunca se me presentó fácil, y eso complica la empatía.
En fin, estoy tratando de halagar a Imaginantes ya que lograron que me enganchara nuevamente con un libro que me costó trabajo y dejé a medias -cosa que por cierto, trato de no hacer nunca-. Traten de ver estas cápsulas, de verdad que así deberían de ser las clases de literatura de la escuela.
ciao

lunes, 10 de agosto de 2009

Los Imaginantes

Me declaro fan de Imaginantes, esta serie de cápsulas que atrapan la esencia de una obra de arte y la redescubren con un lenguaje audiovisual moderno, lleno de magia y de creatividad. Italo Calvino, García Márquez, Cortázar...todos son una invitación a conocer más de la historia, a adentrarse en la imaginación del autor.
Especialmente no soy de aquellas que prefiera el lenguaje televisivo a un libro, pero Imaginantes ha logrado atraparme en una que otra historia, y confieso que he ido a comprar algún libro gracias a este proyecto.
Estoy segura que todos tenemos un pedazo de Imaginantes dentro de nosotros. Como dice Rosa Montero en "La loca de la casa", la inspiración anda rondando y aparece cuando menos lo esperamos, así que en este blog, pretendo revelar mi imaginante y dejar que la loca de la casa diga lo que tiene que decir.
Espero que hagan lo mismo.